“Sarah, pensó que su adolescencia terminaría por acabarse bajo una normal y aburrida vida que no deseaba. Estaba equivocada. Cuando menos lo imagino, lo desconocido toco su puerta. Adam, solo buscaba paz en su eterna vida de oscuridad, cuando la encontró a ella. Y el dolor, se mezclo con aquel amor, exquisitamente prohibido” Bienvenidos a esta historia.

sábado, 26 de junio de 2010

Capitulo II: Fiesta Desconocida

Vaya...hace mucho q no publicaba T_T....problemas técnicos ¬¬´ ....MIL DISCULPAS!!...ya no los abandonare n_n´

Capitulo II: Fiesta Desconocida

Un ruidoso sonido comenzó a fastidiar el sueño de Sarah.

Obligadamente tuvo que abrir sus ojos, pero le pesaban.
Vio el reloj en la mesita de noche, eran las 8 en punto.
Apenas había dormido como 2 horas y algo mas, eso era muy poco para el enorme cansancio que sentía.
Con los ojos entreabiertos, vio como Beth ingresaba al cuarto. Muy apresurada. Busco algo en sus cajones, revolvió todo varias veces, hasta que pareció lograrlo. Extrajo un delgado collar y se lo coloco alrededor del cuello.
-Se que estas despierta –le dijo Beth a Sarah mirándola por el reflejo del espejo.
Sarah permaneció callada, Beth continuo
-Y al fin, no vendrás?
-Por qué… -se incorporo lentamente en la cama, aun somnolienta- ¿Por qué estas tan interesada en que vaya?, Beth.
-¿Ah? No…mira, es solo que quiero que hagas un poco de sociedad. Nunca es fácil ser la nueva, en ningún lado. Ni siquiera en la universidad.
-Me está yendo bien
-Como digas. ¿Quieres ir a la fiesta verdad?
Sarah la miró en silencio
-No lo niegues
-Estas imaginando cosas
-Puedo sentirlo. ¿Por qué ese cambio de opinión?
Luego de pensárselo dos veces, Sarah bajo la guardia.
-Hoy hice un par de amigos. Ellos me invitaron.
-Ah…eso ofende
-¿Cómo?
-Te invite, no quisiste ir. Te invitan ellos…
-Oh…lo siento –la verdad es que lo hizo a propósito, moría de la risa en su interior- no quería que te sientas mal –corrección, si quería.
-Para nada…y…me alegra que vayas, en serio. Si no tienes con quien llegar, puedes venir conmigo.
-No…esas personas que te dije, vendrán por mi –mintió
-Claro. Entonces allá nos vemos –se disponía a salir cuando algo capto su atención- hey…eso, eso es sangre? –le pregunto a Sarah, señalando la sábana blanca sobre la que estuvo recostada.
Sarah bajo su vista y así era, había una mancha pero no tan notoria. Se preguntaba cómo es que Beth la había captado.
-Ah…debió ser de la tarde, venía de hacerme un tatuaje. Llegue, comencé a sangrar levemente por la nariz –le contesto Sarah. Era cierto, aquel tatuaje había producido efectos no muy deseados en ella, aunque después del corto sueño ya se sentía mejor.
Beth la observo con curiosidad, prosiguió.
-Tatuaje ah?...bien, espero que estés mejor. Luego puedes mostrármelo. Ah…y limpia esa mancha, luce…desagradable –finalizo y salió de la habitación a toda prisa.
Sarah se quedo pensativa.
Había algo en Beth que no terminaba de cuadrarle. Era una chica que aparentaba ser la más perfecta, a veces le hablaba, a veces no. A veces se preocupaba demasiado, como en esta ocasión, insistiendo que debía ir a esa fiesta. Otras veces ni siquiera la volteaba a ver.
Conclusión, Beth era un raro espécimen.
Pero ese no era su problema.

Se levanto de la cama. Al acercarse a la ventana, veía mucha gente, mejor dicho muchos alumnos. Sin duda, se dirigían a la fiesta que parecía ser la más popular del semestre.
Luego de un suspiro, se arreglo un poco frente al espejo.
Iba a ir.

No muy lejos, en la residencia de la fiesta.

Verónica toco la puerta varias veces. No recibió respuesta, por lo que la abrió sin ningún permiso.
Ahí estaba él, recostado en la cama, mirando fijamente al techo como si quisiese conciliar el sueño.
-Adam, no es el mejor momento para dormir –el chico no le contesto palabra
-No me fastidies –le contesto él sin regresar a verla
-Ya están en la fiesta. Las chicas están reclamando por ti –le dijo en tono pícaro- y la banda va a cantar
-…….
-Esto es en serio.
-No puedo
Verónica se alarmo. Con dos largos pasos se acerco a él.
-Estas bien?
-Ya no lo soporto –la chica, al escuchar la voz ronca de su compañero, poso su mano en la mejilla de este. Pudo sentir su piel hirviendo a alta temperatura, algo poco normal.
-Demonios, estas recayendo de nuevo!
-¡Qué gran descubrimiento! –le contesto este con una leve sonrisa sarcástica al mismo tiempo que tosía.
-Gracioso –lo ayudo a sentarse lentamente- déjame ver ese brazo… -la chica quiso tomar el brazo de Adam, pero este reacciono bruscamente y no lo permitió
-Eh! Estoy bien…
-Acabas de decir que no lo soportas
-No necesito tu ayuda
-Caprichoso! –molesta, se puso de pie mientras el reía levemente- te ríes o te quejas? Elije.
-Ok, Ok….lo siento…bueno, si me siento mal
-Los remedios de Ana ya no están ayudando
-Oh pobre de mí, seguro moriré en dos minutos –dijo irónicamente
-Talvez en dos días
-Estaré bien
-No, iré buscar a Ana…
-Hey, hey, hey…lo único que necesito ahora es salir de este encierro
-Olvídalo –le contesto Verónica muy tajante
-Por qué?
-Han llamado tus hermanos. Dicen que lo mejor es que no salgas.
-No he salido en días –reclamo con voz baja y molesta
-Es peligroso
-Peligroso es quedarme un minuto más aquí…–con cierta dificultad se paró de la cama. Abrió las ventanas de par en par, inhalando profundamente el aire de la noche. La rubia se acercó lentamente a él tomándolo de la mano.
-Pronto estarás bien, si sigues los consejos de Ana. Además solo es cuestión de días, entonces nos iremos.
-No me convences
-Los cazadores aún deben estar tras tu paso.
-Tras el de todos.
-Perdón…no fui yo a la que se le ocurrió salir a hacer cacería de niñas bonitas
-No fue mi culpa! Estaba aburrido y los chicos me invitaron –articulo Adam en su defensa con tanta naturalidad
-No era noche de cacería
-Noche o no, esos idiotas siempre nos están persiguiendo!...Además, como iba a saber que la chica era hija de un cazador?
-Deja de justificarte. Ahora nos están buscando y si sales terminarán por aniquilarte
-No les tengo miedo
-Ya lo sé valiente, por eso hiciste lo que hiciste
-Cierra lo boca! –le grito alterado
-No sé qué te está pasando, pero eso de andar por el mundo matando porque te gusta no es la mejor idea
-Soy un vampiro. Hola??...eso es lo que hacemos. No lo entiendes aún, eres demasiado joven y sientes miedo de pisar una cucaracha –le dijo a la chica con un tono frio.
-Está bien, no me pondré a discutir con tu instinto que al parecer es muy animal…tienes razón, soy muy joven y no estoy aquí porque quiero, no soy una heredera original como tú. Dos razones muy lógicas no crees?
-Blah, blah, blah… ¿por qué no culpas a tu novio?
-Al menos mi novio entiende que no soy del todo feliz. Sabes ya no quiero discutir. Quédate aquí muriéndote…iré a avisarle a la banda y a cancelar el show.
Iba a salir pero Adam se interpuso y la detuvo, luego de un largo suspiro tomó la palabra.
-Ok, vale…me estoy pasando. Sí, pero no sabes cómo me siento, No he bebido en días después de lo que sucedió, necesito reponerme. ¿Crees que exagero? Intenta sobrevivir sin aquel agridulce sabor en tu boca solo un par de días y veremos si no enloqueces…aunque dudo que eso pase. Tommy está ahí cada día de tu vida. Yo la perdí Verónica, la perdí…
-Basta –lo interrumpió agachando su mirada- que buscas? Conmoverme? –le pregunto mirándolo de nuevo
-Lo estoy logrando?
-Ni una pizca
-Apuesto a que si
Verónica suspiro
-No es mi culpa lo que le sucedió a Rachel, ni siquiera la conocí lo suficiente. Lamento no entender como te sientes, solo quiero que estés bien y no tengas problemas. Si sales, tendrás muchos. Déjame voy por Ana
-No. Ya no más de sus remedios. No ayudan.
-Entonces optaremos por otra solución -dijo resignada
-...?
Verónica se deshizo de la chaqueta que la cubría, y se acerco lentamente a Adam
-Qué haces?
-Necesitas beber algo
-Oh por favor...
-Adam?
-No hagas esto
-Qué? Solo quiero ayudarte.
-Lo se pero....además Tommy...
-Tommy entiende perfectamente, sabe que es por tu bien, por el bien de todos.
-Lo siento
-Mmm...relájate. Además, talvez y pronto encuentres a alguien...
Adam la miro fijamente. No podía entender como aún después de todo, Verónica seguía a su lado, soportando tantas cosas. Fiel a su amistad, fiel a los recuerdos que ambos vivieron. La culpabilidad golpeaba su corazón, una vez mas.
-En qué piensas? -le pregunto ella al notar como él la miraba fijamente
-En nada
-Entonces? -con un paso adelante que corto distancia alguna entre ambos, Verónica poso sus manos sobre el pecho de Adam y el deseo comenzó a fluir de manera automática.El quería detenerlo, porque sabía que solo terminaría causándose más daño, a si mismo, y causándole daño a ella. Pero no pudo, su naturaleza pudo más que él.
Tomó a Verónica por la cintura y los papeles se interponían. Ahora ella estaba contra la pared, acorralada por él.
Con cierta impaciencia, Adam la tomó de la nuca, acomodándola a su necesidad. Verónica podía sentir en el solo respirar de Adam una desesperación que lo consumía, desesperación con la que él no pudo batallar más. Verónica dejo escapar un ahogado grito al mismo tiempo que se aferraba al cuerpo de Adam, cuando sintió que este hundía sus colmillos profundamente en su cuello.

Sarah había llegado al lugar, si, era una fiesta con mucha gente, tal y cual lo imaginaba. Pero no había ninguna cara conocida. Se sintió extraña al principio y mientras avanzaba entre los pasillos y la multitud deseaba ver algún rostro conocido. Su deseo no tardo en hacerse realidad.
-Sarah? -le dijo Tommy mientras se acercaba a ella
-Hola! -le contestó ella, contenta, de al fin haber encontrado a alguien. Aunque suponía que el chico estaría molesta con ella, por el asunto del tatuaje.
-Pensé que no vendrías
-Pues aquí estoy
-Hey, aún lamento lo de la tarde...el tatuaje...
-No, está bien. Creo que exagere
-Y piensas hacerte otro?
-No -respondió rápidamente- no por el momento, creo que lo que iba a hacer era apresurado
Mentirle, esa fue única opción, no podía decirle que se había hecho su tan anhelado diseño en otra parte, menos cuando él se había opuesto rotundamente a realizárselo porque no era cualquier diseño, era el tatuaje de su amiga Verónica y nadie más podía tenerlo. Bueno, ahora Sarah lo tenía también.
-Está bien, pero con todo, conoces mi local
-Claro...y tu amiga?
-Verónica? No lo se -se quedo pensativo un momento- no ya lo recordé -dijo con un gesto resignado, sabía que estaba con Adam, ella le había dicho que solo iría a avisarle que se prepare para tocar con la banda, pero seguramente habría tenido que ayudarlo con algo más y sabía perfectamente con que- Sabes, por qué no vienes por aquí -le dijo a Sarah mientras la tomaba de la mano, luego se abrieron paso entre la gente y llegaron a una mesa de la cual había una corta distancia con el escenario.
-Listo! En primera fila! -le dijo Tommy sentándose junto a ella
Sarah sonrió: Gracias, se ve genial. Tu cantas?
-No, toco el bajo
-Ooh...siempre quise aprender a tocar algo, me siento sin talento -ambos rieron, y siguieron su plática, pero Tommy tenía sus pensamientos únicamente en lo que probablemente estaba sucediendo con Verónica y Adam en esos momentos.
-De hecho no fue por mi, fueron mis padres lo que creyeron que debía seguir Derecho… -le dijo a Tommy ante una pregunta que este le había hecho, pero noto que su amigo tenía la mirada perdida y su pensamiento totalmente en otro lugar- Tommy??
-Mmm? –le contestó aterrizando de su nube
-Te preocupa algo?
-No…es…lo siento –le dijo a Sarah disculpándose
-Esperas a alguien? –le preguntó ella
-Algo así. Hey…yo vuelvo en 5 minutos si? Necesito hablar con un amigo. Vuelvo enseguida.
-Claro, aquí estaré.
-Bien –con una leve sonrisa se puso de pie para retirarse, pero no fue necesario, cuando observo que Verónica se acercaba en su dirección, y como lo sospechaba, Adam tras ella.
-Vaya…aparecieron! –les dijo Tommy fingiendo una sonrisa, bastante fingida a decir verdad.
Verónica prefirió evitar mirarlo, así que apenas vio a Sarah, desvió su completa atención hacía la chica.
-Sarah!...que bueno que viniste!
-Hola Verónica… -mientras ambas chicas se saludaban, Adam se acercó a Tommy
-Hey…no es necesario que te molestes con ella –le dijo refiriéndose a Verónica
-No estoy molesto –le respondió Tommy
-Pues tus gestos dicen todo lo contrario….escucha Tommy, yo no fui quien me puso en está situación y lo sabes. Eres mi amigo y te respeto como no he respetado a nadie, pero si tu me ofreciste a Verónica… -Tommy lo interrumpió
-Vamos, la banda esta esperando…
-Claro! Es tu primera reacción…evadir conversaciones! –le dijo casi gritando al ver como Tommy se apartaba de el. Las miradas se desviaron hacía Adam, sobretodo de Verónica y su amiga que eran las que estaban junto a él.
Verónica sabía que debía cambiar la situación, o Adam se alteraría demasiado.
-Hey…Adam, ven…quiero que conozcas a alguien –Adam suspiro e hizo caso a su amiga- bien, ella es Sarah, una chica que conocimos esta tarde…Sarah, el es Adam, un amigo.
-Hola –le dijo Sarah con una sonrisa, que inmediatamente captó la atención del chico.
-Hola Sarah…es un placer –le contestó al mismo tiempo, que de una forma bastante caballerosa, la tomo de la mano y la beso dulcemente. Al instante, Verónica pudo darse cuenta de las intenciones de Adam..
Sarah lo miró asombrada, ningún chico que había conocido había tenido ese tipo de amabilidades al conocerla, menos alguien como Adam, que a primera vista, parecía ser la fantasía de cualquier mujer. Tenía que admitirlo, poseía una belleza física única, de unos ojos azules intensos y a la vez profundos, que contrastaban a la perfección con su cabello oscuro y desordenado y su tez blanca. Sus miradas se cruzaron un par de segundos, la atracción mutua fluyo a primera vista y eso se podía notar a leguas de distancia.
Verónica interrumpió el juego de miradas, estar en la mitad resultaba un poco incomodo.
-Mmm…Adam, te necesitan en el escenario –le dijo al chico que enseguida desvió su atención a la banda, los cuales ya estaban listos para tocar.
-Claro, bien…diviértanse chicas, vuelvo enseguida… -ambas asintieron mientras Adam subía al escenario.
-Tommy…quién es la amiguita de Verónica? –le preguntó muy interesado en el asunto
-Mmm? …Sarah…
-Si, si…me refiero…de donde la conoce?...es ella…
-Oh no…no te confundas…es humana, lo lamento –le dijo Tommy y continuó afinando su bajo, mientras que Adam inevitablemente podía quitar sus ojos de aquella chica
“Humana? Bueno, eso no es problema” pensó mientras una sonrisa vagamente maliciosa se dibujaba en su rostro.

-Y qué tal? –le preguntó Verónica a Sarah
-Muy bien… -le contestó, aunque la verdad su pensamiento aún estaba en el chico que acababa de conocer- es la primera fiesta a la que voy desde que llegue aquí. …No tengo muchos amigos
-No importa, es decir…ya harás muchos con el paso del tiempo –su charla se vio interrumpida cuando el celular de Verónica comenzó a sonar.
-Bueno –atendió a la llamada- si…está bien voy a buscarte, si, es probable que venga, debemos encontrarla, es el mejor momento…OK espérame ahí –finalizó su charla y se dirigió a Sarah- …asuntos de clases –le dijo- me disculpas…regreso en 5 minutos
-OK, aquí estaré
-No te muevas…además la banda va a tocar –con una sonrisa Verónica se aparto de su lado, mientras Sarah volteaba su atención al escenario, donde el show iba a comenzar.

Una melodía empezó a sonar, acompañada de una dulce voz que retumbo en cada pared del lugar. Sarah levantó su vista, y ahí estaba la banda, pero más allá de eso, ahí estaba Adam, con el micrófono en mano y una actitud muy segura, que de a poco hacía que todas las miradas del lugar se desviaran hacía el escenario….

Moon shine on the bayou
Love shrine break the taboo
I wanna know what's in your potion
Bound by total devotion…

I was lookin' for love all over
You're the hunter and I'm your prey
Now I'm lost in a love hangover
I try to leave but I have to stay

'Cause it's voodoo voodoo voodoo
(under your spell)
'Cause it's voodoo voodoo voodoo
(under your spell)

La mirada de Sarah permanecía atenta a cada paso, a cada gesto que Adam hacía en el escenario. No podía apartar su vista, ni siquiera sentirse distraída por la multitud de la fiesta. El chico poseía una especie de imán, su voz era dulce, misteriosa, sensual y su mirada escondía un brillo desconocido.
En constantes ocasiones la vista de Sarah chocaba con la de él, ya sea por accidente o porque la mayor parte del tiempo Adam la acorralaba y era inevitable para ella poder escapar de su mirada. Parecía que la gente a su alrededor desaparecía y que la canción era una dedicatoria hacía ella, porque en ese momento solo estaban los dos.

Swamp sings over the bazaar
Snake bites aligning stars
I'm in rapture there is no cure
No sanctuary from your allure

I was lookin' for love all over
You're the hunter and I'm your prey
Now I'm lost in a love hangover
I try to leave but I have to stay

'Cause it's voodoo voodoo voodoo
(under your spell)
'Cause it's voodoo voodoo voodoo
(under your spell)

'Cause the voodoo you do
Is all that can do
To make me into your fool
'Cause when you do voodoo
I'm just like a doll
That pins keep pushing into

So every time I try to break this trance
I'm almost afraid I'll miss my chance
To be bewitched by the bayou
I just gotta say I want your hex
I don't want to live without your hex
I'm so obsessed with your sexiness…

'Cause it's voodoo voodoo voodoo
(under your spell)
'Cause it's voodoo voodoo voodoo
(under your spell)

Los aplausos del público al culminar la canción, fueron los que sacaron a Sarah de su trance, luego de que Adam le dedicara una última mirada. Y a su vez, una persona que no esperaba llegó a su mesa.
-Sarah? –con curiosidad volteo para saber de quién provenía aquella voz femenina. Se trataba de nada más y nada menos que de Beth, su compañera de habitación.
-Beth… -le contestó sorprendida, la verdad no esperaba encontrársela.
-Así que de todas formas te animaste a venir…
-Si
-Yo te invite, pero dijiste que no –le dijo Beth en una especie de reproche, a lo que Sarah optó por guardar silencio, no tenía porque responder a los reclamos de alguien que ni siquiera era su amiga- Ok…era una broma –prosiguió Beth mientras reía- y dónde están tus amigos?
-Regresarán en un momento
-Puedes venir con nosotros, estoy por acá con mi grupo
-Si, lo tomaré en cuenta –le contestó Sarah, aunque la verdad no lo haría.
La banda comenzó a tocar otra canción, de la cual Sarah no pudo disfrutar ni una pizca. Beth estaba a su lado ahogándola en alguna charla a la cual tampoco prestaba atención. La mirada de Adam buscaba a Sarah, nuevamente, pero no consiguió nada al ver que tenía compañía, y al notar a aquella chica rubia sentada junto a Sarah su atención se desvió hacía ella. No era el tipo de atención que ponía en Sarah, era más bien como si conociera a esa mujer, solo que no recordaba de donde.
Y Beth también lo notó, apenas se dio cuenta de la presencia de Adam y de que sus ojos no se despegaban de ella, decidió que lo mejor era irse. Ahora entendía el motivo de la fiesta, no era una fiesta común y corriente, era una fiesta hecha para encontrarla a ella.
-Sabes linda…nos vemos, creo que me iré a descansar. Esto me ha dejado exhausta –le dijo a Sarah
-Oh…Ok, descansa –le contestó después de un largo suspiro. Al fin se la quitaba de encima.
-No te desveles –le dijo por último Beth fingiendo una sonrisa, mientras se levantaba y se iba apresurada.
Si bien a Sarah le extraño repentina decisión de Beth, de abandonar la fiesta, lo importante es que ya no la tendría cerca. En realidad, odiaba a esa chica por alguna razón.
Recordó el show, a la banda, pero fue muy tarde. Al momento de regresar a verlos, solo escuchó el finalizar de la canción mientras las luces del escenario se tornaban opacas y se apagaban lentamente. Al parecer harían un receso.
-Qué te pareció? –le preguntó Tommy acercándose a ella
-Genial!...son muy profesionales…
-Gracias...hey, has visto a Verónica?
-Creo que estaba buscando a alguien…
-Mmm…me urge hablar con ella. Está bien si te dejo sola?
-No te preocupes
-No estará sola –les dijo Adam. Se acercó y tomó asiento junto a ella- creo que vi a Verónica en la entrada –le comentó a Tommy
-Bien... –una vez que el rubio se apartó Adam se dirigió a Sarah.
-Y…cómo la estas pasando?
-Perfecto… -le contestó ella algo nerviosa. No sabía por que pero en el instante en que Adam se sentó junto a ella sus nervios se dispararon a mil- tocaron muy bien…
-Gracias…nos dedicamos a la música desde hace un muy buen tiempo
-Si, lo hacen como si tuvieran mucha experiencia
“Nadie se imagina cuanta” Pensó Adam mientras reía para si mismo
-Y cómo conociste a Verónica y a Tommy?
-Hoy en la tarde…Iba a hacerme un tatuaje en la tienda de Tommy
-Ah…si, ese hombre es bueno en su negocio. Qué te hiciste?
-Nada…cambie de parecer al final… -le dijo. Aunque sabía que era mentira.
-Oh, ok… -su charla continuo entre diversos temas, pero era Adam quien sacaba a flote los de índole personal. Quería saber todo lo necesario sobre esa chica, y cuando él quería algo, debía conseguirlo sea como sea.
Habían pasado 10 minutos talvez, cuando Sarah comenzó a sentirse cansada sin saber porque. No había bailado, desde que llegó solo estuvo sentada, pero ahora el cuerpo le pesaba de una extraña manera, le dolía la cabeza, y un calor desesperante comenzaba a sofocarla.
-Te sientes bien? –le preguntó Adam, al percibir la debilidad de la chica
-Si… -le mintió, comenzaba a sentirse peor- solo…creo que necesito un poco de aire –se levanto de su lugar, al principio sintió un leve pero fuerte mareo. No sabía que le ocurría.
-Hey… -Adam la tomó de la mano- dime que te sucede…
-Descuida… -soltó la mano del chico- regreso en un minuto ok? –con una pequeña sonrisa se apartó de Adam, mientras esté, furioso, maldecía y le daba un golpe a la mesa. Sabía que era su culpa. A veces no podía evitarlo y sus instintos absorbían sin querer la energía de los demás, sobretodo si de un simple mortal se trataba. Si bien era algo que hacía normalmente, aquellos días se convirtió en una pesadilla, su “hambre” lo estaba matando y sus sentidos optaban por cualquier solución que tuviera en frente. Ya estaba pasando con Verónica, cada vez se estaba volviendo más dependiente de su sangre, lo cual no era nada bueno ni justo. Y aún así, no era suficiente, su instinto clamaba por más, y en Sarah había encontrado la victima perfecta.

Sarah se abrió paso entre la gente. el malestar disminuía de a poco, hasta que chocó con Tommy.
-Sarah!...hey…a dónde vas?
-Sabes dónde puedo encontrar un baño?
-Si…pero qué tienes? Estás bien?
-Solo necesito un poco de agua…
-Mmmh…segundo piso, habitación del final….
-Ok…
-Y Adam?
-Se quedó en la mesa…permiso –con cierta prisa tomó el camino que Tommy le había indicado mientras esté la observo con curiosidad hasta que la perdió de vista.

Al llegar a la segunda planta, se perdió en el inmenso pasillo, aunque no había demasiada gente paseando por el mismo.
Como le dijo Tommy. Habitación del final. Ahí llego, pero oh sorpresa! Habían dos habitaciones.
-Maldición…por qué no podías ser especifico Tom??

Eso se preguntaba mientras veía con curiosidad ambas puertas. Por qué no podrían ponerle un pequeñísimo letrero al menos, que dijera “baño”…qué tipo de lugar era? En fin, no estaba ahí para entenderlo.
Aunque el dolor de cabeza había disminuido con tan solo alejarse del ruido, necesitaba echar agua fría en su rostro. Luego de pensarlo varios segundos, su instinto la obligo a entrar a la puerta a su derecha. Después de todo, si no era el baño, solo saldría y entraría en la otra. Nada malo iba a pasarle.
Abrió suavemente la puerta. Solo vio oscuridad. A primera vista, ese no era el baño.
Bien, era momento de cerrar la puerta y abrir la otra.
Pero no pudo.

Una intensa curiosidad que jamás había experimentado la invadió.
Talvez era el misterio del lugar, pero, qué misterio podría tener una simple habitación?
Ninguno en absoluto, pensó.
Pero su cuerpo no obedecía a sus ideas, y guiada por alguna atracción inexplicable, ingresó al cuarto.
Se quedó parada un momento junto a la puerta, sin saber que hacía o por qué no se movía, era como si aquel ambiente, como si el aroma que destilaba dentro de esas cuatro paredes, la embriagara.
Notó que un par de velas iluminaban el lugar.
“Por qué usar velas?” Pensó con intriga. Suponía que las luces seguramente no funcionaban. O, que quien ahí residía era una persona muy mística. Y por última opción, que intentaba cuidar el medio ambiente.
Bueno, que hacía preguntándose ese tipo de cosas?
Por qué no podía simplemente salir y rechazar era atracción de quedarse ahí?

Siguió acercándose más.
La cama yacía vacía. Algo destendida, pero no del todo.

“Basta!” se dijo. Y volteó para salir.

Pero no contaba con el elemento sorpresa.

-Se te perdió algo? –le dijo una figura masculina que se interpuso ante ella.
Sarah reacciono asustada, luego se lleno de vergüenza, de nuevo se asusto.
-Lo siento –fue lo que atino a decirle, para enseguida querer abrirse paso hasta la puerta. Sin éxito alguno. Un brazo fuerte tiro de ella y la precipito en la cama.

La primera reacción de Sarah. Gritar.

Muy tarde, él estaba sobre ella, le había cubierto la boca y con su cuerpo era suficiente para mantenerla inmóvil

-Te pregunte, si se te perdió algo? –le pregunto con su rostro a milímetros de distancia del de ella
Sarah lo miró con cierto temor, aunque lo reconoció enseguida. El cantante. El amigo de Tommy, Adam, reconocería en donde sea esos profundos ojos azules. Pero qué no se había quedado en la mesa?

-O talvez me buscabas a mi? –le pregunto esta vez con una sonrisa llena de seguridad y algo de malicia- Solo dilo, todas las chicas lo hacen.
Sarah quiso golpearlo. Definitivamente quiso golpearlo. Cabia tanta arrogancia en una persona? Al parecer en Adam, si.
-Buscaba el baño si? Lamento haber entrado –le contesto ella- puedes dejarme?

Adam recorrió el rostro de la chica con la mirada. Era más hermosa de cerca, de eso no había duda. Sus ojos pasearon por sus mejillas, subieron a su frente y bajaron súbitamente a sus labios, donde su aliento precipito todos sus sentidos.
-Realmente deseas que te deje? –le pregunto con su profunda voz. Y fueron como ecos que se estrellaron en la cabeza de Sarah, agolpando emociones que hicieron temblar su cuerpo, sin ni siquiera saber por qué.
-Considero eso un “no” como respuesta –le afirmo él con una sonrisa, al sentir el escalofrío de la chica bajo su cuerpo.

Cómo paso?

Primero quería empujarlo, golpearlo y salir corriendo, gritando por ayuda.

Ahora, parecía que con solo hablarle la hubiera hipnotizado, algo parecido a lo que le sucedía mientras lo veía cantar.

Y obedeciendo a las reacciones de su cuerpo, sus pequeñas manos rodearon la nuca del chico.

El veneno se había colado en su sangre, un veneno dulce, que la hizo rehén de la intensidad, y del deseo que se volcaba en ella.
Y no era solo su necesidad, era la de él. Al dejar la mesa y subir a su cuarto solo buscaba un poco de paz para controlar su “hambre” pero de pronto encontrarla a ella espiando en el lugar había sido una sorpresa, una dulce sorpresa. Talvez era una señal del destino que quería ponerla frente a el. Si así era….Por qué dejarla escapar? Una vez más su instinto dominaba a su razón.
-Realmente…no hay necesidad de que te vayas –le dijo por última vez Adam, para enseguida unir sus labios a los de ella. Sus alientos chocaron. Una fervorosa pasión los acorralo.
Con prisa y paciencia al mismo tiempo Adam se encargó de repartir infinidad de besos sobre el rostro de la chica, mientras sus manos paseaban con profundas caricias sobre su cuerpo. Sarah podía sentir una llama crecer dentro de sí, el solo aliento de él la estremecía de una forma inimaginable. Luego de un largo y profundo beso, cruzo su boca por la mejilla de Sarah, jugó levemente con el lóbulo de su oído y con prisa se posó en su cuello. Ese lugar significo para él el paraíso y enloquecería si no daba el siguiente paso lo más pronto posible. La besaba dulcemente, y ella respondía hundiendo sus manos en el cabello del chico.
Ya no esperaría más.
Discretamente sus colmillos hacían aparición en el acto. Pero cuando estuvo a punto de hundirlos en el cuello de Sarah, alguien ingreso a la habitación.
Era Tommy.
-Adam… -apenas presenció la escena salió a toda prisa y cerró la puerta tras de si- rayos!! –se dijo para si mismo mientras no podía dejar de reír.
Ante la interrupción, Sarah se levantó de inmediato, estaba desconcertada, avergonzada, no sabía como había llegado a parar en esa situación con alguien a quien apenas conocía. Y Adam, él no sabía que decirle, pero estaba furioso, solo que debía disimularlo…
-Sarah…
-Olvídalo! –fue lo único que atino a decirle llena de ira para salir del lugar azotando la puerta. Al salir ni siquiera se fijo en Tommy, solo quería salir de ahí lo más rápido posible. Adam salió enseguida.
-Ya se fue –le dijo Tommy
-Oh genio! Ya me di cuenta!
-Lo siento.. –le dijo, aunque seguía riendo
-Hay algo gracioso en esto?
-Ok no te alteres. Deberías darme las gracias…estabas a punto de matar a la chica. Que por cierto, es mi amiga
-Ooooh…me das tanta ternura –dijo irónicamente- apenas y la conoces horas. Además no veo desde cuando te volviste el vampiro dulce de la familia
-Desde que Verónica me lo pidió.
Aquellas palabras silenciaron a Adam. Ya no supo que más decirle a Tommy, siempre que en alguna discusión suya metían a Verónica, Adam era el que salía perdiendo.
-Te buscaba porque vamos a tocar de nuevo. La banda espera. –le dijo por último Tommy y abandono el pasillo.

jueves, 6 de mayo de 2010

Prólogo

"¿Qué pasaría si mañana sucede algo inesperado? Algo que no imaginaste ni en el mas loco de tus sueños. Que el rumbo "normal" de tu vida cambie drasticamente. ¿Lo imaginas?
Sarah nunca lo imagino.
Talvez estaba cansada de su aburida vida, y quería algo diferente, deseaba algo extraordinario. Y sus deseos no tardaron en hacerse realidad.
Un día, una noche le basto para conocer a las personas y al hombre que cambiarían su vida.
Después de todo, Adam, era el prototipo de chico misterioso y temiblemente atractivo que captaría la atención de cualquier chica.
Primero quiso negarselo a si misma, nunca fue del tipo de "morir" por algun chico, pero esté, la había hipnotizado de maneras que ni ella podía creer. Alejarse de él y quitarselo de encima iba a ser muy complicado, pero, ¿en serio quería dejarlo?
Y si a esto le sumas una extraña historia sobrenatural que cargas sobre tus hombros y que incluso ha puesto en riesgo tu vida tal y cual la conocias, sumándole que todo eso se relaciona con ese individuo que ha robado tus pensamientos ¿estarías preparada?
Sarah va a probarlo, va a internarse en un mundo desconocido mientras juega una historia de amor netamente peligrosa, y Adam va a protegerla, luchando contra su naturaleza, que le grita todo lo contrario."

Pronto lo descubriremos.

Un inicio. Una historia. Capitulo I El Tatuaje

Capitulo I: El Tatuaje


Estaba molesta, bueno molesta era poco, sumamente cabreada era la respuesta.

Todo un pésimo día le había tocado, de esos duros que te hacen detestar la vida.

Hace como dos semanas que estaba intentando acostumbrarse a su nueva vida universitaria, pero todo había resultado más estresante de lo que imagino.

Una ciudad desconocida, una universidad llena de gente, rostros y personalidades variopintas, una carrera que odiaba pero que sus padres la habían obligado a seguir…de ahí hasta ese momento solo sentía ganas de quedarse a dormir en su pequeño cuarto, ese pequeño y asfixiante cuarto del campus, que le toco compartir con la persona más barbie del universo, una rubia llamada Beth, la verdad no sabía mucho de ella, siempre intentaba no encontrársela, era tan irritante, la única vez que hablaron solo paso dándole una extensa lista de nombres de chicos de la universidad, los más populares, los menos, los que se había tirado, los que estaban en proceso….en fin, Beth no estaba ahí para estudiar, si no para hacer vida social.

Y no es que a Sarah le importase mucho la odiada carrera de Derecho que sus padres le habían impuesto seguir, pues solo dos semanas y traía las peores notas de su clase. No era su intención, le daba por estudiar pero la materia tenía como un repelente y se negaba a entrar en su cabeza.

Amigos, no había hecho muchos. Solo sus compañeros de clases, uno que otro amigo de comedor…pero nadie mas, nadie se convertía aun en una fiel amiga como lo fueron sus inolvidables amigas, casi hermanas del colegio. Ahora cada quien había decidido su camino, y ella, parecía haber ido por el peor o más bien dicho por el que menos deseaba.

Aquel día que entro dando un portazo en la habitación las cosas no habían sido diferentes, una discusión con un profesor por una injusta nota –en realidad era injusta- luego su grupo de trabajo que era una total desorganización, muchas tareas pendientes, exámenes que se avecinaban. Solo quería salir corriendo a tomarse vacaciones de por vida.

Sarah Bailey, no era de esas personas pacientes. Demasiado impulsiva, con el carácter rebelde y decidido de su edad, aunque en el fondo, temerosa, confundida porque las cosas que pasaban no las entendía, como las claras palabras de su padre diciéndole «Nuestra familia se ha caracterizado siempre por ser la mas prestigiosa firma de abogados del país…no seas graciosa diciéndome que quieres estudiar pintura» esas palabras fueron las que truncaron sus sueños, sabía que si no lo obedecía, estaría en la nada, ella no tenía dinero, el último trabajo que tuvo como mesera en un salón de comida rápida, no duro ni 4 días pues el gerente quiso aprovecharse de ella, y ella no es de las que precisamente se amedrentan, y si no estudiaba no construiría nada con su “juventud”, aunque a veces pensaba que era mejor eso a darles gusto a sus padres, que en ese mismo momento seguro estaban en su crucero hacía Paris…oh buena vida! Pero ella solo tiene ganas de mandarlo todo al demonio.

Inhalo. Exhalo. Profundamente varias veces

En busca de calma.

Calma que se vio alterada al ver como Beth, la observaba fijamente sentada en el borde de la cama, siempre con su pose de “dama y princesita” llena de hipocresía, que Sarah no soportaba.

-Sarah, Estas bien? –le preguntó la rubia de grandes ojos a su compañera que había ingresado de la manera más alterada.

-Si…claro –le respondió sin querer entrar en lujo de detalles

-Tuviste un mal día supongo

«Ahora me salió psíquica!!» Pensó Sarah, molesta y le dijo:

-No…en serio descuida –se sentó en su cama dejando su pequeño morral a un lado- estoy bien.

-Ok –Beth prefirió no insistir, imaginaba el carácter explosivo de su compañera

Luego de varios minutos de silencio, Sarah yacía recostada en la cama, con sus ojos cerrados, concentrada en la música de su iPod, Beth seguía leyendo un libro bajo la misma pose del principio, al parecer estudiaba. Pero pronto recordó, que tenía algo que comunicarle a su compañera de cuarto.

-Sarah…hey Sarah…-la llamo varias veces pero la chica de cabello oscuro se hallaba en un trance entre ella y su música, con los audífonos a todo volumen al parecer- SARAH!!!!! –le dijo finalmente acercándose a ella y quitándole un aparato de uno de sus oídos. Sarah reacciono enseguida, se incorporo sentándose en la cama y poniendo pausa a su música.

-Beth!! Que…..has interrumpido mi coro favorito! –le dijo guardando sus deseos de golpearla

-Oh vale…lo siento! Lo siento…es que he recordado que debo decirte algo

-Ya…que pasa?

-Hoy habrá una fiesta!

-…….

-Hoy en la noche!

-…….

-De la universidad!....

Sarah seguía mirándole sumida en silencio y vacio de alguna emoción.

-Vamos chica pero di algo!

-Genial…que te diviertas!

-Ah…no entiendes…te estoy invitando!

Sarah suspiro con tedio: -Oh…es, es lindo de tu parte…pero no tengo ánimos

-Por qué?...Hey…sorry que te lo diga, pero desde que has llegado, nunca te he visto salir

-Llegue hace solo dos semanas…

-Si pero…

-Mi materia pesa

-Ok…

-Todo me consume, estoy cansada!

-Ya, ya!...entiendo…no creas que voy y me siento todos los días solo para admirar al bello profesor de Historia –hizo una pausa- Ok la verdad si lo hago –comento entre risas, Sarah la observo sin ninguna gracia- bueno mujer es que tu nunca te ríes?

-Gracias por la invitación….no iré.

-Dame un bueno motivo…mañana es sábado…hey, será una gran fiesta. La organiza la facultad de Medicina, la hacen cada dos meses….desde que yo llegue aquí y al parecer desde hace antes, son como una fraternidad y preservan la tradición…no por algo te lo digo…son las mejores fiestas!

Sarah aun la miraba con aburrimiento. Beth se rindió, en esos ojos verdes no veía ni pizca de emoción y tampoco es que estuviera muerta por rogarle, ella solo quería abrir paso ante esa chica tan cerrada, pero ya la iba viendo como imposible, sin duda para ella Sarah era tan gris y le auguraba un triste futuro en cuanto a lo social se refiere.

-Bien…no volveré a decirte algo parecido –tomo su libro y su pequeña cartera- y en serio, comienzo a pensar en cambiarme de habitación…o mejor hazlo tu. No sobreviviremos muchos con esa actitud –con un gesto arrogante salió del cuarto. Sarah seguia sentada en su cama, y solo pudo reírse ante la reverenda estupidez que la rubia le había dicho.

-Sin duda cariño…la que se irá soy yo jaja –volvió a recostarse en la cama con su música.


Paso encerrada en su habitación la gran parte de la tarde, el lunes tenía un importante examen, pero lo último de lo que sentía ganas era de estudiar.

Se levanto de la cama y paseo por el cuarto.

Aburrida hasta el infierno, tomo su mochila y salió.

No sabía a dónde iba, eran las 2 de la tarde, el campus tenía una vida aburridamente normal. Entonces decidió salir a dar un paseo por la ciudad, aunque no la conociese para nada. Dos semanas y de Los Ángeles nada mas sabía los nombres de las calles de la universidad, bueno a veces hasta estaba insegura de saberlo.

Camino por las primeras calles que aparecían, siempre tratando de memorizar sus nombres o al menos algún detalle para no perderse y poder volver.

Observo cada almacén, cada escaparate, ingreso en un par de centros comerciales. Lástima que no cargara tanto dinero como para comprar todas las cosas que de una u otra forma llamaban su atención.

Siguió camino entre calle y calle. Miro su reloj, había pasado una hora y media.

Aun tenía tiempo.

Su mirada se detuvo fascinada en una tienda de tatuajes y demás. Ya le sorprendía no encontrar un lugar como ese en aquella inmensa ciudad. Miro detalladamente cada objeto que yacía en la vitrina, anillos, pulseras, collares, diseños de tatuajes, etc. Todo de un aspecto gótico, misterioso. Esas cosas le encantaban. En el colegio se hizo muy fanática de todo aquello, y aun lo era, de la música rock, metal, heavy…el color negro se volvió su favorito, pero más que una simple moda ella lo consideraba ya un estilo de vida. Sus padres hasta pensaron en llevarla a un psicólogo, eran demasiado correctos como para tener una hija que parecía salida de un club de ocultismo. Pero luego de tanto luchar, Sarah gano la batalla y sus padres tuvieron que aceptar la situación. Después de todo, el hábito no hace al monje, y se vistiese como se vistiese y le gustaran todo ese tipo de cosas, Sarah tenía sus límites, sabía guardar la cordura y el equilibrio la mayor parte del tiempo, es decir sus padres nunca tuvieron el problema de ir a sacarla de una estación de policía o de algún loquísimo antro de perdición.

Ahora que estaba parada frente a ese almacén, recordaba las palabras de Delia, su madre, de que cuando la vea con un piercing, tatuaje y otra cosas “raras” –como mechones en el cabello- la sacaría de la casa, y es que tan solo con verla vestir de negro con las uñas pintadas de negro todo el tiempo la escandalizaba.

Esbozo una sonrisa ante tales recuerdos, y una idea se encendió en su cabecita.

Su madre ya no estaba ahí cierto?

Ya había cumplido 18 hace varios meses. Era dueña absoluta de su vida.

Saco su billetera, no tenía mucho dinero, pero seguro que era suficiente para lo que pretendía hacer.

Decidida, ingreso al lugar. Era un tanto oscuro, lleno de cositas "dark" que siempre quiso adquirir. Pero en lo que se refiere a ese momento, un tatuaje era su principal objetivo. Siempre quiso tener uno, no por pura moda, ella sabía que si algún día se hacía uno debía ser porque lo sentía y porque tenía la necesidad de identificarse con algo, para Sarah no sería un simple tatuaje, sería una marca importante que la acompañaría de por vida.

Varios rostros la observaban. Unos con más o menos atención, Sarah no se sintió intimidada, incluso hasta se sintió en familia. Sonrió levemente y volteo esperando que alguien se acercara a preguntarle que deseaba. No paso mucho tiempo y un hombre de aspecto joven salió de la parte trasera del local, tras él salió una chica de su edad, presumiendo del nuevo piercing en su ceja, realmente era genial.

Sarah volteó su atención de nuevo al joven, era un rubio de tez blanca, cabello desordenado, que dejaba caer un pesado mechón negro en la parte delantera, como un tipo de flequillo. Era delgado y no tan alto, apenas podía distinguir el color de sus ojos bajo el delineador, pero apostaba a que eran verdes o marrones.

Mientras lo observaba, el se acerco a ella, y con una sonrisa y una actitud fresca, le habló.

-Hola…soy Tommy, necesitas algo?

-Ah, un gusto…hola, soy Sarah –le contesto de igual manera- eeeh…pues pasaba por aquí….Quisiera un tatuaje.

-Oh, genial!...ven por aquí.

En confianza Sarah siguió al chico. Tras unas cortinas negras. Ingresaron como a otra especie de habitación. Había poca luz, no entendía si era posible trabajar en un lugar así, pero bueno, ellos eran los profesionales.

Una chica rubia, estaba sentada en una silla, mirando una revista de tatuajes y escuchando música.

Tom le dijo a Sarah que tome asiento, la única silla libre era junto a aquella rubia. Y así lo hizo.

-Has pensando en algún diseño en especial? –le preguntó a Sarah mientras alistaba su equipo.

-No, la verdad no –le contesto ella.

-Hmm…. Te daré un par de revistas vale?

-Ok. –mientras Tommy buscaba en su cajón algo para la chica. Sarah siguió observando alrededor, su atención se fijo en la mujer que estaba sentada a su lado mirando la revista.

-Te harás un tatuaje? –no puedo evitar preguntarle Sarah. La rubia volteo su rostro y con un gesto amigable le contesto:

-Oh…no, no…solo observo. La verdad no se qué hago aquí, creo que nada más vengo a joderle la vida a Tommy –le dijo mientras reía

-Al fin lo admites –dijo Tommy desde donde estaba.

Sarah también rio.

-Ok…soy Sarah.

-Soy Verónica, un gusto…Y supongo que tu si te harás un tatuaje

-Sí...es como un sueño que tenía desde hace mucho tiempo.

-Genial…pero piénsalo bien, un tatuaje es algo que muy significativo.

-Lo sé. –Sarah de pronto fijo su atención en la muñeca izquierda de Verónica, tenía un tatuaje de tamaño mediano, era una especie de media luna junto a una estrella. Le encanto al instante, fue como si aquel tatuaje la hubiese hipnotizado.

-Hey…es hermoso –le dijo Sarah a Verónica señalando la muñeca de la segunda.

-Oh –quito su atención de la revista un minuto- Gracias…

-Te lo hiciste aquí?

-Mmm…si…si…

-Me encantaría uno como ese

-No! –dijo Verónica enseguida, un tanto sobresaltada.

-…..??

-Ahh…perdón, perdón….no quise ser grosera. Es decir….no…mira, este es un tatuaje muy personal…no está en ninguna revista…me entiendes?

-Oh…si, si…lo siento –pero aun así su fascinación por la figura no desaparecía

Verónica la observo por un rato, decidió que lo mejor era irse.

-Creo que dejare trabajar a Tommy por un momento –rio- por cierto…estudias? –le pregunto a Sarah

-Ah, si…si…en la universidad…a varias cuadras.

-Si?...también estudio ahí. –le comento mientras guardaba algunas cosas en una mochila

-Bien, en que facultad?

-Medicina y tú?

-Derecho –dijo haciendo una mueca de disgusto.

-Parece que no eres feliz con eso

-Así es…nada feliz…hey, entonces ustedes son quienes organizan la fiesta esta noche?

Tommy se acerco a ellas y tomó la palabra.

-Exacto…vendrás?

-Eeeh…creo que no

-Por qué? –pregunto Verónica

-Digamos que…primero, no conozco a nadie…y…

-Naah…ya nos conoces a nosotros –dijo Tommy y Sarah sonrió

-jaja…es lindo de su parte. Lo pensaré

-Ok!...te estaremos esperando vale. –Finalizo Verónica- yo me tengo que ir, Adam estará enloqueciendo porque no voy a ayudarlo. Adiós y suerte con el tatuaje. Adiós Tom…

-Adiós Vero –le dijo este mientras su amiga salía del lugar- bien…en que estábamos tu y yo? –le dirigió a Sarah

-El tatuaje?

-Yup…veamos, aquí tienes un par de revistas. Son de las mejores, habrá algo que te guste –Sarah tomo las revistas para hojearlas- escucha…es muy importante que escojas bien. No seré el primero en decirlo pero esto te marcara, te acompañara probablemente para siempre así que debe ser algo de lo que estés 100% segura y que lo sientas con el corazón. Y siempre les digo esto a mis clientes…uno no puede escoger el tatuaje…el tatuaje es quien lo escoge a uno, es como una conexión…

Sarah escucho atenta sus palabras, Tommy hablaba con un enorme respeto hacía su trabajo, después de todo, era un artista, y uno que se tomaba lo que hacía de la forma más profunda posible.

-Entiendo –le dijo Sarah, que luego se quedo pensativa. Cerró la revista y la dejo sobre una mesa. Ya había decidido algo- bien…hay algo especial que quiero hacerme. No está en la revista… -Tommy la interrumpió preocupado

-Eh!...cuidado…cuidado con que sean nombres de chicos!

Sarah echo a reír

-Jajaja…vale, no es nada de eso. No estoy lo suficientemente loca para hacerlo, o enamorada

-Buena chica. Entonces?

-Es algo que acabo de ver. Tu amiga Verónica, traía un tatuaje en su muñeca

-Ohh si…

-Es lo que quiero!

-Qué?! No…

-…..

-Lo siento…es que, mira hay muchos en la revista

-Cuál es el problema con ese tatuaje?

-Pues…mira, escuche un poco de tu platica con Verónica y es como ella lo dice. Ese tatuaje es muy personal para ella, muy importante…no lo saco de una revista…

-Se le ocurrió a ella?

-No exactamente…

-Entonces no es tan propiedad suya?

-No insistas...

-Pero…

-Puedes busca otro

-Dijiste que el tatuaje lo elige a uno. Bien, sentí que él me eligió

-No, no, no…Es no! Lo siento.

Sarah guardo silencio, Noto que el chico lo último que iba a hacer era su dichoso tatuaje.

Opto por otra decisión.

Se levanto dispuesta a irse.

-Está bien, no insistiré

-Ok…pero, a donde vas?

-Si no me hago ese tatuaje no me hare ningún otro ok? Gracias por tu ayuda de todos modos

-No es momento para sentirme culpable…porque lo hago por tu bien

-Y te lo agradezco –le contesto irónicamente

-No es para tanto

-Como sea, en serio fue un gusto conocerte

-Lamento esto

Sarah le sonrió y abandono el lugar. Tommy se quedo inmerso en sus pensamientos. Se dejo caer en la silla, mientras quitaba una de sus pulseras negras de su muñeca izquierda. Su vista se centro en ella. En el mismo tatuaje que tenía Verónica.

-Definitivamente…las personas no saben en lo que pueden meterse –se dijo para sí mismo en un agudo tono de reflexión.


Sarah camino unas pocas cuadras más allá, algo molesta. Se había ilusionado con aquel tatuaje, y aquel rubio se había negado totalmente, como si de un pecado estuviera tratando.

Pero ella era una terca.

Siempre lo fue.

Encontró su objetivo. Otro almacén como el anterior.

Decorado de distinta manera pero sin perder el mismo ambiente de misterio.

El hombre que la atendió, uno talvez unos 15 años mayor a ella, se limito a saludarla y decirle lo que se le ofrecía. Nada comparado con la fresca y agradable actitud de Tommy. Pero eso no era lo importante, estaba ahí por el tatuaje.

Directo al grano, Sarah le platico al hombre su idea. Sin mucha atención, él le pidió a la chica que le enseñara el trazo. Le paso un papel y lápiz.

Sarah, diestra en sus dibujos, como siempre lo fue, no tardo más de 10 minutos en retratar el tatuaje, tal y como lo vio en la muñeca de Verónica. Pese a ser algo sencillo, el hombre la felicito por sus rasgos bien marcados. Sarah le agradeció el cumplido, no se sorprendía. Siempre le habían dicho que era excelente dibujante, esa era una de las razones por la cual soñó estudiar pintura, pero lastima, sus padres pensaban todo lo contrario.

Luego de unos minutos, el equipo estaba listo. Sarah tomo asiento en uno de los sillones, descubrió su brazo y lo dejo a la voluntad del artista.

Cerró sus ojos. Le habían dicho que eso a veces dolía, pero por el tamaño y el simple diseño del tatuaje imagino que no.

Se la pasó pensando en cosas abstractas mientras el hombre realizaba su trabajo, su mente había estado volando por lugares y fantasías que nunca antes había imaginado. De pronto recordó a Tommy, a Verónica, no supo por qué, luego comenzó a ver sombras en su cabeza, voces lejanas, gritos y abrió los ojos súbitamente mientras recogía su brazo, comenzaba a sangrar.

-Hey, tranquila…es normal que sangres, sucede la mayoría de veces, mas si es la primera vez –le dijo con naturalidad el hombre- déjame traer algo de papel…

Sarah asintió al mismo tiempo que veía la pequeña obra en su muñeca. Había terminado, tenia la figura impregnada a su piel, con tinta que no se borraría nunca. Paro de sangrar, pero una sensación de frio recorría su cuerpo, no era un malestar, era como si un peso hubieses caído sobre ella, un enorme peso del que no podía liberarse.

-Estás bien? –le pregunto el hombre mientras le ofrecía papel para limpiar la sangre

-Sí, si…es…está realmente hermoso.

-Me alegra que te guste.

Después de acomodarse y de que el hombre le diera algunos consejos sobre los cuidados que debía tener con el tatuaje, Sarah cancelo el servicio. Rió, al pensar que sus pocos ahorros se habían ido en esa pequeñez, que para ella era algo muy significativo.

Salió del local, y aquel peso que sintió adentro se intensifico más.

Por poco pierde el equilibrio.

Se recargo en la primera pared que encontró. Respiro profundamente en repetidas ocasiones.

Alzo su vista al sol radiante de aquella tarde, el brillo del astro provoco un malestar en sus ojos que nunca antes había percibido.

«Maldito calentamiento global» pensó.

Luego de sobreponerse un poco, comenzó a caminar lentamente por la avenida. Quería llegar pronto al campus, recostarse en su cama y dormir para no despertar en un buen tiempo, dormir profundamente.